Frente al creciente parque vehicular y el reducido número estacionamientos, los valet parking irregulares y los cuida coches se han convertido en un mal necesario que ninguna autoridad se atreve a remediar.
Shagal Cacho
El problema de los estacionamientos en la capital mexicana radica en dos sentidos: por un lado, la escasees de lugares de aparcamiento frente al creciente parque vehicular, y en segundo lugar la falta de políticas públicas que incentiven la implementación de más servicios de aparcamiento.
Para los cerca de tres millones de autos que circulan a diario en el Distrito Federal, los mil 600 estacionamientos y 4 mil 365 parkímetros, resultan insuficientes, por eso es que los franeleros se han convertido en un mal necesario.
Estacionar a su automóvil con seguridad en la capital mexicana, es cada vez más complicado, no sólo por el reducido número de estacionamientos frente al constante incremento del parque vehicular; también porque al llegar a ciertas zonas, tenemos de desembolsar forzosamente una propina al cuidador de coches, o franelero, para encargarle nuestro vehículo.
Pero el asunto no termina ahí… Si en el estacionamiento o valet parking le sustraen del carro su cartera, una maleta, un aparato o cualquier objeto, en la mayoría de los casos no recibirá indemnización alguna, pues aunque existe un reglamento para regular estos servicios y defender a los usuarios, los acomodadores se deslindan con una simple clausula en sus boletos, en la que no se hacen responsables.
En entrevista, la diputada del PAN Sofía Figueroa Torres de la Asamblea Legislativa, denuncia:
“Tampoco podemos negar que ha habido problemas con muchos valet parking de varios restaurantes, incluso hay notas en muchos periódicos donde pasan muchas cosas y pasó una que estás viendo aquí (en el periódico) que fue en la colonia del Valle, de un centro nocturno que dejan los coches en el valet parking, salen del centro nocturno y pues los coches no están, el del valet parking dice que porque salieron y que no se hacen responsables y ahí empieza el alegue no”.
De hecho, la directora de la Secretaría de Transportes y Vialidad del DF, Laura Elena Ríos Andrade, nos declaró que aun cuando la normatividad de los estacionamientos sí está a cargo de su dependencia, son las delegaciones quienes deberían vigilar a los prestadores de servicios.
“En el caso de nosotros, normamos y decimos: esto debe de ser así (…) nosotros no tenemos ninguna facultad, ninguna facultad administrativa”.
Normatividad incumplida
El que escribe visitó algunos estacionamientos del centro histórico, para hacerles preguntas a los usuarios sobre el servicio recibido y casi cinco de cada diez dicen que se reprueba el examen; esa es la primera conclusión. Concretamente, el 46% de los estacionamientos visitados mereció un “muy mal” como nota final; el 22% ha de conformarse con un “mal”, mientras que el 20% se quedan con un “regular”, y sólo el 12% de los estacionamientos consiguieron una nota satisfactoria, ya que no hubo un solo “excelente”.
¿Cuál es la queja más frecuente?, el excesivo cobro de las tarifas y la falta de calidad en el servicio. Hay quien supondría que quienes hacen uso habitual de estos lugares reciben un servicio económico, pero tampoco es así. Aunque la ley estipula diversas tarifas, hay enormes diferencias dependiendo de la zona y del establecimiento, cuyos cobros van desde los 10 pesos hasta los 55 pesos por hora o fracción.
En este sentido, la directora de vialidad de la SETRAVI dice que su entidad no puede vigilar ni sancionar los abusos por cobro de tarifas porque no está entre sus facultades, ya que son los funcionarios delegacionales quienes se deben encargar de esa responsabilidad.
“Nosotros les decimos a las delegaciones que tarifa deben de cobrar, pero el cumplimiento de la tarifa les corresponde a las delegaciones. Se ha obligado a pagar la fracción completa o la hora completa cuando son fracciones y eso sí no debería de estar permitido", dice.
Casi todos los estacionamientos del Centro Histórico carecen de indicaciones de reunión peatonal en caso de emergencias, salidas y aceras para los clientes; muchos necesitan remodelaciones y cuidados básicos, como pintura: en algunos casos las marcas viales del suelo no se ven; en la mayoría, los baños se encuentran en estado deplorable y en ninguno vimos rampas y adaptaciones para discapacitados.
La diputada del PAN en la Asamblea Legislativa, Sofía Figueroa Torres opina que “es urgente revisar el marco normativo de estacionamientos y por lo tanto valet parking porque, como bien dices no, aparentemente las delegaciones tendrían que ser las responsables, pero a su vez, si ellas empiezan a querer algo, va a aparecer el gob central y va a decir: no, no. Esto le toca a SETRAVI y va a ser el encargado. Y a la hora que les digas: oye, qué pasó con las tarifas y todo, va a decir el gobierno del DF, no es mi responsabilidad, eso le toca a Profeco, y Profeco al gobierno federal.
Espacios insuficientes
En cuanto a la distribución de estacionamientos y cajones por demarcación, se observa que la delegación Cuauhtemoc concentra el mayor número con el 55 por ciento de estacionamientos y 35 por ciento de los cajones; seguida por las delegaciones Miguel Hidalgo con 12.7 por ciento y Benito Juárez con 12 por ciento en ambos rubros.
En el caso de Cuauhtemoc es la delegación donde hay el mayor número de demanda de estacionamientos, sobre todo porque está el centro, la colonia Juárez, la colonia “Cuauhtemoc que son 100 por ciento oficinas y que pues todo el mundo viene el vehículos y no se cuenta con el número de estacionamientos que hay no y en el caso de que se pusieron los parkimetros, bueno pues también eso generó un problema muy grave”, señala Figueroa Torres.
Los cuida coches que a diario se apropian de las calles y avenidas concurridas, también afectan a los automovilistas que llegan y de manera casi obligatoria tienen que darles dinero para obtener alguna “seguridad” de que sus autos no sufrirán daños, lo cual es ilegal de acuerdo con la Ley de Cultura Cívica, por lo que también ha difícil la implementación de más estacionamientos públicos en zonas conflictivas.
El director de seguridad pública de la Miguel Hidalgo, Alfonso Hernández de Anda, reconoce que la proliferación de franeleros ha derivado del reducido número de lugares para estacionamiento y que para fomentar la operación de éstos, debe haber coordinación tanto de autoridades delegacionales como del Gobierno central.
Señala que como funcionario delegacional no cuenta con las facultades para fomentar la proliferación de estacionamientos, porque los usos de suelo los maneja el Gobierno central, a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda:
“Ese uso de suelo, junto con el programa parcial de cada zona, es lo que determinará si un predio puede o no ser utilizado como estacionamiento; o sea, no es que yo promueva la proliferación de estacionamientos, sino que está de acuerdo a un plan o a un proyecto parcial”, expone.
“SEDUVI tiene ya contemplado, de acuerdo a un plan global por decirlo así, diferentes usos de suelo, de acuerdo a muchos criterios: de población, de servicios y demás, ¿no?; se llaman factibilidades y de acuerdo a las diferentes factibilidades que hay en una zona, SEDUVI dice: aquí se puede hacer esto y esto, no puedo dar otro porque las arterias de desahogo vehicular no lo permiten o sí lo permiten (…) Entonces tienes que ir a la delegación y dices: quiero poner un estacionamiento en este predio, y la delegación te dice: “la SEDUVI no te lo permite o sí te lo permite”.
”Lo cual generaría una simple pregunta: ¿forzosamente tiene que llegar un particular a solicitar el trámite para que haya estacionamientos y no hay iniciativa por parte de los funcionarios encargados, ya sea de la seguridad, del ordenamiento urbano o de la normatividad, o tiene que ocurrir un problema mayor en el futuro para que las autoridades se sienten a deliberar?…
De hecho, la diputada del PAN, Sofía Figueroa Torres lo asevera, al decir que es muy necesario que se fomenten dichas inversiones con incentivos fiscales porque en su opinión, normativamente no es nada fácil poner dichos establecimientos:
“Uno de los principales problemas que hemos tenido para convencer a la gente, es que se tiene el temor de que los carros se queden afuera y que estén en riesgo por la inseguridad que hay; que los franeleros les hagan daño o les roben porque ellos se quedan con las llaves. Los vecinos dicen: “Ok, permitiremos que se construya el estacionamiento, pero no tenemos la garantía de que los carros no se van a quedar afuera, etc.”.
Pero también nos arriesgamos con los Valet Parking, porque aun cuando el establecimiento contemple un seguro de responsabilidad por daños o robo, el contrato avalado por la Asociación Nacional de Valet Parking y Estacionamientos, dice que “la empresa no se hace responsable por los objetos olvidados o que no se anoten en el anverso del boleto”.
Incluso, Jorge Sánchez, trabajador de la empresa Operadora Bengala de valet parking, acepta que “hay lugares en donde no se pregunta sobre los objetos personales que contiene el vehículo. Yo te lo estoy diciendo porque viene en el boleto, pero hay lugares donde no se les pregunta, la gente sabe, o los restaurantes saben de la gente que tienen trabajando como valet parking… hay la confianza.
Pero además, no siempre hay estacionamientos cerca. La directora de vialidad de la SETRAVI argumenta que “para uno es fácil decir que tienen que cumplir con la normatividad, pero para los restauranteros de esta zona de la Condesa, si tú obligaras a los establecimientos a tener un lugar de estacionamiento, te puedo asegurar que no hay”.
“Lo que sí es un hecho es la saturación tan grande que estamos viviendo, ¡en Polanco por ejemplo, ya es necesario!, buscar alternativas de solución y una de ellas es la de estacionamientos y mi opinión es que sí es muy necesario poner varios estacionamientos”, reconoce Alfonso Hernández.
Todos estos factores remiten a la siguiente conclusión: no sólo la inmensa mayoría de los estacionamientos del Distrito Federal mantienen un sistema de cobro excesivo para quienes los utilizan y ofrecen un servicio deficiente; además, no hay una sola autoridad capaz de imponer el orden frente a esta problemática que no deja de crecer.
Shagal Cacho
El problema de los estacionamientos en la capital mexicana radica en dos sentidos: por un lado, la escasees de lugares de aparcamiento frente al creciente parque vehicular, y en segundo lugar la falta de políticas públicas que incentiven la implementación de más servicios de aparcamiento.
Para los cerca de tres millones de autos que circulan a diario en el Distrito Federal, los mil 600 estacionamientos y 4 mil 365 parkímetros, resultan insuficientes, por eso es que los franeleros se han convertido en un mal necesario.
Estacionar a su automóvil con seguridad en la capital mexicana, es cada vez más complicado, no sólo por el reducido número de estacionamientos frente al constante incremento del parque vehicular; también porque al llegar a ciertas zonas, tenemos de desembolsar forzosamente una propina al cuidador de coches, o franelero, para encargarle nuestro vehículo.
Pero el asunto no termina ahí… Si en el estacionamiento o valet parking le sustraen del carro su cartera, una maleta, un aparato o cualquier objeto, en la mayoría de los casos no recibirá indemnización alguna, pues aunque existe un reglamento para regular estos servicios y defender a los usuarios, los acomodadores se deslindan con una simple clausula en sus boletos, en la que no se hacen responsables.
En entrevista, la diputada del PAN Sofía Figueroa Torres de la Asamblea Legislativa, denuncia:
“Tampoco podemos negar que ha habido problemas con muchos valet parking de varios restaurantes, incluso hay notas en muchos periódicos donde pasan muchas cosas y pasó una que estás viendo aquí (en el periódico) que fue en la colonia del Valle, de un centro nocturno que dejan los coches en el valet parking, salen del centro nocturno y pues los coches no están, el del valet parking dice que porque salieron y que no se hacen responsables y ahí empieza el alegue no”.
De hecho, la directora de la Secretaría de Transportes y Vialidad del DF, Laura Elena Ríos Andrade, nos declaró que aun cuando la normatividad de los estacionamientos sí está a cargo de su dependencia, son las delegaciones quienes deberían vigilar a los prestadores de servicios.
“En el caso de nosotros, normamos y decimos: esto debe de ser así (…) nosotros no tenemos ninguna facultad, ninguna facultad administrativa”.
Normatividad incumplida
El que escribe visitó algunos estacionamientos del centro histórico, para hacerles preguntas a los usuarios sobre el servicio recibido y casi cinco de cada diez dicen que se reprueba el examen; esa es la primera conclusión. Concretamente, el 46% de los estacionamientos visitados mereció un “muy mal” como nota final; el 22% ha de conformarse con un “mal”, mientras que el 20% se quedan con un “regular”, y sólo el 12% de los estacionamientos consiguieron una nota satisfactoria, ya que no hubo un solo “excelente”.
¿Cuál es la queja más frecuente?, el excesivo cobro de las tarifas y la falta de calidad en el servicio. Hay quien supondría que quienes hacen uso habitual de estos lugares reciben un servicio económico, pero tampoco es así. Aunque la ley estipula diversas tarifas, hay enormes diferencias dependiendo de la zona y del establecimiento, cuyos cobros van desde los 10 pesos hasta los 55 pesos por hora o fracción.
En este sentido, la directora de vialidad de la SETRAVI dice que su entidad no puede vigilar ni sancionar los abusos por cobro de tarifas porque no está entre sus facultades, ya que son los funcionarios delegacionales quienes se deben encargar de esa responsabilidad.
“Nosotros les decimos a las delegaciones que tarifa deben de cobrar, pero el cumplimiento de la tarifa les corresponde a las delegaciones. Se ha obligado a pagar la fracción completa o la hora completa cuando son fracciones y eso sí no debería de estar permitido", dice.
Casi todos los estacionamientos del Centro Histórico carecen de indicaciones de reunión peatonal en caso de emergencias, salidas y aceras para los clientes; muchos necesitan remodelaciones y cuidados básicos, como pintura: en algunos casos las marcas viales del suelo no se ven; en la mayoría, los baños se encuentran en estado deplorable y en ninguno vimos rampas y adaptaciones para discapacitados.
La diputada del PAN en la Asamblea Legislativa, Sofía Figueroa Torres opina que “es urgente revisar el marco normativo de estacionamientos y por lo tanto valet parking porque, como bien dices no, aparentemente las delegaciones tendrían que ser las responsables, pero a su vez, si ellas empiezan a querer algo, va a aparecer el gob central y va a decir: no, no. Esto le toca a SETRAVI y va a ser el encargado. Y a la hora que les digas: oye, qué pasó con las tarifas y todo, va a decir el gobierno del DF, no es mi responsabilidad, eso le toca a Profeco, y Profeco al gobierno federal.
Espacios insuficientes
En cuanto a la distribución de estacionamientos y cajones por demarcación, se observa que la delegación Cuauhtemoc concentra el mayor número con el 55 por ciento de estacionamientos y 35 por ciento de los cajones; seguida por las delegaciones Miguel Hidalgo con 12.7 por ciento y Benito Juárez con 12 por ciento en ambos rubros.
En el caso de Cuauhtemoc es la delegación donde hay el mayor número de demanda de estacionamientos, sobre todo porque está el centro, la colonia Juárez, la colonia “Cuauhtemoc que son 100 por ciento oficinas y que pues todo el mundo viene el vehículos y no se cuenta con el número de estacionamientos que hay no y en el caso de que se pusieron los parkimetros, bueno pues también eso generó un problema muy grave”, señala Figueroa Torres.
Los cuida coches que a diario se apropian de las calles y avenidas concurridas, también afectan a los automovilistas que llegan y de manera casi obligatoria tienen que darles dinero para obtener alguna “seguridad” de que sus autos no sufrirán daños, lo cual es ilegal de acuerdo con la Ley de Cultura Cívica, por lo que también ha difícil la implementación de más estacionamientos públicos en zonas conflictivas.
El director de seguridad pública de la Miguel Hidalgo, Alfonso Hernández de Anda, reconoce que la proliferación de franeleros ha derivado del reducido número de lugares para estacionamiento y que para fomentar la operación de éstos, debe haber coordinación tanto de autoridades delegacionales como del Gobierno central.
Señala que como funcionario delegacional no cuenta con las facultades para fomentar la proliferación de estacionamientos, porque los usos de suelo los maneja el Gobierno central, a través de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda:
“Ese uso de suelo, junto con el programa parcial de cada zona, es lo que determinará si un predio puede o no ser utilizado como estacionamiento; o sea, no es que yo promueva la proliferación de estacionamientos, sino que está de acuerdo a un plan o a un proyecto parcial”, expone.
“SEDUVI tiene ya contemplado, de acuerdo a un plan global por decirlo así, diferentes usos de suelo, de acuerdo a muchos criterios: de población, de servicios y demás, ¿no?; se llaman factibilidades y de acuerdo a las diferentes factibilidades que hay en una zona, SEDUVI dice: aquí se puede hacer esto y esto, no puedo dar otro porque las arterias de desahogo vehicular no lo permiten o sí lo permiten (…) Entonces tienes que ir a la delegación y dices: quiero poner un estacionamiento en este predio, y la delegación te dice: “la SEDUVI no te lo permite o sí te lo permite”.
”Lo cual generaría una simple pregunta: ¿forzosamente tiene que llegar un particular a solicitar el trámite para que haya estacionamientos y no hay iniciativa por parte de los funcionarios encargados, ya sea de la seguridad, del ordenamiento urbano o de la normatividad, o tiene que ocurrir un problema mayor en el futuro para que las autoridades se sienten a deliberar?…
De hecho, la diputada del PAN, Sofía Figueroa Torres lo asevera, al decir que es muy necesario que se fomenten dichas inversiones con incentivos fiscales porque en su opinión, normativamente no es nada fácil poner dichos establecimientos:
“Uno de los principales problemas que hemos tenido para convencer a la gente, es que se tiene el temor de que los carros se queden afuera y que estén en riesgo por la inseguridad que hay; que los franeleros les hagan daño o les roben porque ellos se quedan con las llaves. Los vecinos dicen: “Ok, permitiremos que se construya el estacionamiento, pero no tenemos la garantía de que los carros no se van a quedar afuera, etc.”.
Pero también nos arriesgamos con los Valet Parking, porque aun cuando el establecimiento contemple un seguro de responsabilidad por daños o robo, el contrato avalado por la Asociación Nacional de Valet Parking y Estacionamientos, dice que “la empresa no se hace responsable por los objetos olvidados o que no se anoten en el anverso del boleto”.
Incluso, Jorge Sánchez, trabajador de la empresa Operadora Bengala de valet parking, acepta que “hay lugares en donde no se pregunta sobre los objetos personales que contiene el vehículo. Yo te lo estoy diciendo porque viene en el boleto, pero hay lugares donde no se les pregunta, la gente sabe, o los restaurantes saben de la gente que tienen trabajando como valet parking… hay la confianza.
Pero además, no siempre hay estacionamientos cerca. La directora de vialidad de la SETRAVI argumenta que “para uno es fácil decir que tienen que cumplir con la normatividad, pero para los restauranteros de esta zona de la Condesa, si tú obligaras a los establecimientos a tener un lugar de estacionamiento, te puedo asegurar que no hay”.
“Lo que sí es un hecho es la saturación tan grande que estamos viviendo, ¡en Polanco por ejemplo, ya es necesario!, buscar alternativas de solución y una de ellas es la de estacionamientos y mi opinión es que sí es muy necesario poner varios estacionamientos”, reconoce Alfonso Hernández.
Todos estos factores remiten a la siguiente conclusión: no sólo la inmensa mayoría de los estacionamientos del Distrito Federal mantienen un sistema de cobro excesivo para quienes los utilizan y ofrecen un servicio deficiente; además, no hay una sola autoridad capaz de imponer el orden frente a esta problemática que no deja de crecer.
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