Urgen declaratoria ambiental
SACM “distrae” dinero para conservarlo
Shagal Cacho López
La organización civil Bartola Axayácatl asegura que este sistema tiene un gran valor ecológico, cultural y recreativo, por lo que exige mayor cuidado.
El Canal Nacional es uno de los pocos caudales a cielo abierto que quedan en la Ciudad de México, pero la mayor parte del año está sucio debido a la basura que tiran a diario los transeúntes y por la falta de un decreto ambientalista que le garantice recursos, vigilancia y mantenimiento constante.
Aunque cada año el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) le asigna un presupuesto superior al millón de pesos para su limpieza, el lugar requiere ser catalogado como Área Natural Protegida, debido a la importancia recreativa y de valor ambiental que reviste, asegura Daniel Ávila Acosta, dirigente de la organización civil Bartola Axayácatl:
“El Canal Nacional tiene un gran valor ecológico, de patrimonio cultural y recreación social, pero se encuentra muy desaprovechado porque requiere un programa ecológico que lleve seguimiento constante, que sea realmente atendido por autoridades y la ciudadanía”.
En aras de conservarlo como un espacio de encuentro comunitario y beneficio ecológico para la zona, organizaciones de colonos, tanto del lado de Coyoacán como de Iztapalapa, organizan jornadas de limpieza en algunos tramos de los aproximadamente 10 kilómetros de longitud que mide.
“Gracias a ello tenemos un embarcadero, infraestructura de agua tratada y un muro de gavión, entre otras mejoras, pero antes estaba todavía más deteriorado; era una espacio donde la gente lo utilizaba como tiradero”, dice el activista.
La última limpieza profunda dentro del cauce, fue de marzo a junio de este año. Para ello, el SACM contrató a la empresa Construcciones y Servicios Jama, con una inversión de 1.6 millones de pesos. Pero ese dinero pareciera estar enterrado entre desechos inorgánicos, cascajo y animales muertos que la ciudadanía arroja al cauce todos los días.
El director del Sistema de Aguas, Ramón Aguirre Díaz, dijo a MILENIO que su dependencia aporta recursos para conservar vivo el cuerpo de agua, “pero a costa de distraer recursos, para un tema que en realidad no es nuestra función. Lo más fácil es que el sistema de aguas acepte que le entremos —y cada año le entramos—, pero estamos gastando un dinero que se le está quitando a un área que sí nos corresponde”.
“Con ese millón y medio puedes cambiar más de un kilómetro de tuberías que tengan fuga o puedes instalar drenaje en una parte de la ciudad que no lo tenga o que esté fracturado”.
Rescate olvidado
En 2006, el Canal Nacional llamó la atención de las autoridades como respuesta a las peticiones de apoyo que hacían los vecinos de las delegaciones Tlalpan, Xochimilco e Iztapalapa, pues son ellos quienes lo han conservado con sus propios recursos y trabajo comunitario.
En esas fechas, MILENIO y otros diarios dieron cuenta de los compromisos asumidos por el entonces jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, y de las labores que se llevaron a cabo para el denominado Rescate al Canal Nacional, catalogado como un proyecto emblemático de dicha administración.
En mayo de 2008 se firmó un convenio entre la Secretaría del Medio Ambiente (SMA), el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), las delegaciones Iztapalapa y Coyoacán, y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), para su vigilancia y mantenimiento.
A diferencia de antes, el canal ahora tiene bardas, alumbrado público, un solo embarcadero para limpiar el cauce y el agua está un poco más limpia, pero el convenio caducó en febrero de 2010.
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